Noventa y nueve localidades de Albacete, ocho de Ciudad Real, cincuenta y tres de Cuenca, cien de Guadalajara y dieciséis de Toledo dispondrán de acceso a Internet a través de banda ancha.
Al menos esta es la intención que tiene la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha; desde su consejería de Fomento se ha señalado que al final de la legislatura quieren que no haya ninguna población en la región sin acceso a banda ancha. El objetivo, subrayan, es facilitar el crecimiento de la economía y la generación de puestos de trabajo, al tiempo que se garantiza a los ciudadanos el acceso a multitud de servicios.
A este respecto, la consejera de Fomento, Marta García, se muestra convencida de que las tecnologías de la información y la comunicación son “una palanca”, que utilizadas convenientemente “ayudan a salir fortalecidos de la crisis”, debido a su carácter facilitador en la optimización y racionalización de recursos económicos, materiales y humanos.